Reparto de culpas para todos y todas.
- lucianaflorescba
- 25 jul 2022
- 2 Min. de lectura
Por: Luciana Flores.

En una de las semanas de mayor tensión económica y social desde que asumió la presidencia, Alberto Fernández se encargó en sus dos últimos discursos de repartir culpas para todos y todas.
Todos son culpables. Todos menos yo.
Los especuladores son culpables. Especulan con los precios, con el dólar, con los viajes, con las importaciones, con las exportaciones, con la guerra, con los intereses políticos y hasta se especula con la “depresión de las personas” en palabras del propio presidente. “A nosotros nos quieren deprimir todos los días. Algunos lo hacen diciendo, hablando. Los mismos que nos causaron la depresión vienen a contarnos lo deprimidos que estamos. Y otros lo hacen actuando, especulando. Poniéndonos en riesgo, al límite permanentemente”.
Son culpables los que “pregonan y siembran incertidumbre y temores”.
Los que “guardan USD 20.000 millones en el campo esperando una mayor rentabilidad cuando el país los necesita”.
Los que le quieren “torcer el brazo”.
Rusia y Ucrania son culpables también.
Los turistas, la justicia, la oposición, la derecha maldita y los empresarios.
Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y otros países también son culpables por las “sanciones económicas que imponen a Rusia”.
La lucha del presidente es contra propios y extraños, contra Argentina y contra el mundo. Mientras tanto se olvidó de luchar contra la pobreza, la desigualdad, el hambre, el desempleo y el empleo informal.
Y, para ser honestos, vale decir que no es la primera vez que un gobierno responsabiliza a terceros por los fracasos propios. Parece ser una “costumbre argentina”. Las falencias propias se traducen de inmediato en culpas ajenas.
Habría que ir considerando la opción de que cada gobierno asuma que la RESPONSABILIDAD es SIEMPRE de quien gobierna. No es de la gente, no es de los empresarios ni tampoco de los sindicatos, no es del mundo, no es del gobierno anterior y no es de la oposición.
O están decididos a hacerse cargo de lo que sucede mientras gobiernan o no asuman la responsabilidad de gobernar.
“Los unos y los otros”. “Nosotros y ellos”. No son los títulos de ningún libro o novela. Es simplemente el mensaje que se encarga de remarcar en cada oportunidad y en cada discurso el presidente. ¿Quiénes son “los otros”? ¿Quiénes son “ellos”? ¿No era “de todos” el frente?
A decir verdad, este es el mensaje dominante en gran parte de la sociedad argentina. La polarización ha llegado a un punto de tanta irracionalidad que gobierno y oposición se acusan de las mismas cosas.
Que la oposición hable de “nosotros contra ellos”, es un problema de la oposición. Que lo diga Viviana Canosa en su editorial, es un problema de Viviana Canosa. Pero que lo diga el presidente de la nación, el presidente de todos los argentinos, es un problema de todos.
La crisis actual es una crisis de liderazgo. Es una crisis política que no tiene precedentes. Hemos llegado a un punto en el que la estabilidad no se recuperará con anuncios del Ministerio de Economía o del Banco Central. Las acciones y las señales deben ser políticas. Aunque a esta altura del partido, probablemente ya ni eso sea suficiente.
Lic. Mgter. Luciana Flores.
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