“Adversarios, no enemigos”. La imagen que nos deja Argentina-Brasil.
- lucianaflorescba
- 13 jul 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 28 jul 2021

En una final histórica en el Maracaná, la selección argentina de futbol se impuso por 1-0 ante Brasil, y se consagró campeón de la copa América. Con un golazo de Di María, y de la mano de Messi, el conjunto albiceleste logró un triunfo épico ante Brasil y un campeonato inolvidable.
En un momento difícil para nuestro país, los jugadores y el cuerpo técnico de nuestra selección, nos regalan esta tremenda alegría y las ganas de festejar.
Pero además de la copa, el capitán argentino nos regala una imagen sobre el final del partido con un gran legado: Messi y Neymar fundidos en un emotivo abrazo en una muestra de amistad y respeto que trasciende. El gesto de los jugadores que acababan de enfrentarse, nos enseña que la rivalidad y la competencia, no deben ser sinónimos de odio y enemistad.
En rueda de prensa, Tite, director técnico de Brasil, refiriéndose al tema, aseguró: “Hay grandeza en la derrota y en reconocer al rival. Quizás, la imagen que se vio entre Messi y Neymar después del partido sea un mensaje que tengamos que dar. Tiene el lado humano, de educación y de amistad que trasciende. Existen adversarios no enemigos”.
Es valorable la lucha por ganar, dejarlo todo y buscar llegar a la cima. Pero si el ganador no tiene la grandeza de reconocer a los que pierden, entonces solo le queda un triunfo efímero, que lo aleja de la gloria verdadera y del liderazgo genuino.
“La generosidad el líder”, escuché alguna vez. Con el paso del tiempo entendí. No es líder el que gana, es líder el que entiende que la gloria, es lo que sucede después del triunfo.
Me quedo con ese abrazo, con esa imagen, con ese legado. Me quedo con la esperanza de que la humanidad es mucho más que las miserias que a veces nos dejan el sinsabor de la resignación. De creer que ganar significa humillar, destruir, o liquidar al rival. La humanidad tiene también la capacidad de liderar para construir, desde la base del respeto y el reconocimiento a la virtud del rival.
La sociedad argentina, sus líderes y quienes tienen la responsabilidad y el compromiso de “capitanear” nuestros destinos, a veces olvidan que el camino a la gloria no está dado solo por el sacrificio, la constancia y la lucha por llegar, sino también por la humildad y la templanza del triunfo. Por la capacidad de reconocer la jerarquía de los que pierden y forjar liderazgos constructivos.
Comentarios